Taganana - Afur
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Comenzamos la ruta en el núcleo poblacional Taganana, justo donde nos deja la guagua (autobús) en la carretera TF134. En el pueblo nos encontramos la plaza Nuestra de las Nieves y la iglesia que lleva el mismo nombre.
Tras los primeros pasos dejando atrás la plaza, nos encontramos con “La Pianola”, es la principal fuente de agua pública de Taganana que se construyó en la década del 30 del siglo pasado. Esto supuso una notable mejora en la calidad de vida de los habitantes, ya que, antiguamente los habitantes debían ir barranco arriba a diario para recoger el agua necesaria. Un poco más adelante nos encontramos con la “Cruz limera” que data del año 1877. Esta cruz servía para orientar y proteger a los viajeros que entraban o salían del pueblo. Está ubicada donde se cruzan las calles de los dos barrios más antiguos de Taganana, Portugal y San Antonio.
Siguiendo nuestro camino atravesamos el caserío de El Chorro, conocido por su producción vitivinícola y que podemos presenciar los lagares que nos vamos encontrando al paso. En este caserío los cultivos más frecuentes son la viña, papá, batata, calabaza, habichuela y bubango. En el siglo XVII los colonos introdujeron cepas de Portugal, Castilla y Cataluña entre otros, por lo que existen variedades muy antiguas como la Malvasía. Las viñas son de secano y se puede encontrar una mezcla de variedades blancas, tintas y rosadas. Se han adaptado a las condiciones de aridez y a las fuertes pendientes. También denominado Caserío de Los Auchones, muchos de los terrenos de la zona después de la conquista fueron otorgados a la Iglesia, a los conquistadores o a sus colaboradores directos. El primer propietario de la Hacienda de Los Auchones, también llamada de Las Higueras o del Conde, fue un colono fundador de Taganana llamado Guillama. Con posterioridad los terrenos pertenecieron a diferentes propietarios, pasando a las manos del Conde de las Siete Fuentes antes de que, sobre 1900, la adquirieran los ancestros de los propietarios actuales. Esta Hacienda fue una de las fincas más productivas de la zona. Abarcaba grandes extensiones de toda la ladera, de cumbre a costa y de ella vivieron directamente muchos medianeros y sus familias. Se sabe que existe un primitivo chorro, o naciente de agua próximo a la Cueva de los Guanches. Posteriormente, los vecinos canalizaron este brote natural a través de tuberías para acercarlos hasta la pista donde se halla el habitáculo de tosca roja que protege el actual chorro. Por Los Auchones pasaba un antiguo camino que conectaba con Afur, obra del constructor Mateo Viña, rico propietario genovés, que había sido colaborador de Adelantado Alonso Fernández de Lugo. Mateo Viña intervino en la batalla de la Matanza de Acentejo y dotó al conquistador de armas y de capital. Posteriormente este antiguo camino se convirtió en la actual pista que forma parte del sendero del Parque Rural de Anaga PR TF 8 que va desde Taganana hacia Afur pasando por Tamadite. En el caserío se mantiene el antiguo sistema de reparto del agua, propio del Antiguo Régimen, al que de denominaban la “dulada”. El turno de riego que corresponde a una heredad (herederos del agua) se denomina dula. Su nombre proviene del árabe y con este sistema cada propietario tiene derecho al agua un número determinado de días, en función de las parcelas que posea. Sin embargo, cualquier vecino que la necesite, tanto ahora como antes, podía acercarse al chorro y hacer uso del agua, ya fuera para dar de beber a sus animales, para limpiar sus barricas, entre otras. En el caserío se pueden encontrar hasta 13 bodegas, pequeñas producciones orientadas al autoconsumo familiar o a la venta en bares o tiendas de la zona. Existen bodegas muy rústicas excavadas en la misma tosca, una ubicación excelente para ofrecer aislamiento térmico idóneo para los vinos además de una excelente integración con el medio. La tosca es un material pétreo que proviene de erupciones explosivas. Es propia de las estructuras más antiguas de Tenerife: Anaga, Teno, Roque del Conde. Su coloración roja viene dada por la oxidación posterior de sus materiales. Esta materia prima se ha aprovechado para la construcción de pequeñas casas, cuartos de apero, bodegas y lagares, cuadras, corrales, tanques de agua, etc. Aquí se pueden observar lagares tallados directamente sobre la tosca que se encuentran próximos a las viñas, lo que facilitaba no tener que realizar largos trayectos cargando la uva hasta el lagar. Antiguamente las bodegas estaban todas en la costa por la inexistencia de carreteras lo que hacía más sencillo sacar el vino en barcos. Como en estos lagares permitía que se cargara solo el mosto en foles (saco de cuero de cabra) hasta las bodegas, ya que el líquido pesa menos que la uva.
Dejando atrás al pintoresco pueblo de El Chorro continuamos bordeando una costa repleta de acantilados y llegamos a la Playa de Tamadite. Luego de un merecido descanso en la playa continuamos por el barranco donde hemos encontrado agua y hasta una pequeña cascada de aproximadamente un metro de altura, siendo uno de los pocos cauces permanentes que quedan en la isla. El sendero nos lleva a la población de Afur, valle fértil con viviendas excavadas en la tosca.
El Valle de Afur se encuentra poblado desde época guanche, tal como lo demuestran los yacimientos arqueológicos encontrados en sus cuevas y laderas. En el caserío nos encontramos con la ermita de San Pedro bendecida en el año 1954. Allí también nos encontramos con la venta de José Cañón, es un pequeño bar en el que su dueño colecciona botellas de todo el mundo y que lleva abierto más de 60 años. En aquel entonces don José hacía el largo recorrido desde Afur hasta La Laguna, lugar de donde traía los víveres para su venta acompañado por sus mulas.
Esta información ha sido recabada a través de distintas páginas webs y llama la atención encontrar el nombre Tamadiste y Tamadite indistintamente.